En la mañana de hoy estuve identificando cuáles han sido las barreras que he tenido para aprender inglés, y para llegar a mi conclusión, tuve que pasar por varias consideraciones.
Mi punto de partida es una dura realidad, que se puede resumir así: En el año 2013 me propuse aprender inglés en 5 años… ¡y ya han pasado 10 años y todavía no lo logro!
La primera barrera que encontré fue haber formulado una meta demasiado general. Creo que hubiera sido mejor especificar algún Nivel de inglés, pero en ese tiempo desconocía que existen 6 niveles de inglés: desde el más básico que es A1, pasando por A2, B1, B2 y C1, hasta llegar a C2 que es avanzado (como hablan los nativos). Por esto, si reformulara la meta, hoy diría que mi objetivo es alcanzar el nivel B1 en 2 años.
Otro problema que tuve es que no fui muy metódico en aplicar a cabalidad algún método. No puedo decir que no fui responsable, porque sí realicé varios cursos que encontré, tanto gratuitos como pagados, pero eso no fue suficiente.
Creo que también me faltó contar con profesores que me orienten de una manera calificada. Quienes por ejemplo me podrían haber sugerido que no tome tal curso o que tome otro más adecuado a mi condición.
Mi esposa hoy me preguntaba para qué quiero aprender y si tenía la suficiente motivación. Yo le respondí que quiero aprender para acceder a información valiosa que está en inglés, en los temas de mi interés, y para relacionarme sin intermediarios con personas de habla inglesa… y le aclaré que sí tengo una gran motivación para aprender (de hecho, volví a completar las lecciones de Duolingo, en el pasado mes de febrero), pero eso no basta.


Así pensando y pensando, yo mismo llegué a mi principal barrera, que ha sido la vergüenza de hablar mal en público. El temor a equivocarme o a no saber, me ha salido muy caro. No me cabe la duda de que si me hubiera arriesgado más, habría aprendido más.
La mayoría de los métodos sugieren que uno practique y practique, pero si no lo hago, por más lecciones que apruebe de manera teórica, no me servirá para llegar a mi meta.
Debido a todo esto, tengo que reformular una vez más mi meta y agregar como pasos necesarios, la práctica del inglés con angloparlantes… aunque me dé vergüenza hacerlo.
Este verano estuve 16 días en California, Estados Unidos, y aunque tuve algunos episodios positivos intentando hablar inglés por necesidad, lo más evidente fue que tengo demasiado por aprender.
En fin, hasta aquí con mi crónica. Si te sirve, medita en ello, y si quieres hablar inglés conmigo, intentémoslo.